Rito Inca |
Los Incas eran un pueblo muy creyente a sus Dioses Incas y a ellos le
dedicaban cada uno de sus trabajos diarios por medio de rituales, donde se
ofrecían para rendir culto a sus dioses.
Cada mes tenía su propio nombre y
correspondía a una fiesta del Sol. Los incas disponían de tres días festivos, y
por lo general una festividad importante duraba una semana. Se celebraban
fiestas para señalar el nuevo año agrícola, la entrada en la pubertad, los
matrimonios, los homenajes a los muertos, además de las festividades especiales
en ocasión de desastres naturales, hambrunas o guerras. Por consiguiente, las
fiestas ocupaban más de 120 días al año de los incas, y se consumían grandes
reservas de comida.
Según parece, durante las ceremonias eran
habituales la práctica de la oración, el ayuno y la abstinencia sexual. Los
rituales y sacrificios piadosos inauguraban la festividad, pero después los
incas se dejaban llevar por la diversión. Según Cieza de León: “Tras comer y
beber repetidamente, y todos estar borrachos, incluidos el Inca y el sumo
sacerdote, alegres y calentados por el licor, los hombres se reunían un poco
después del mediodía y empezaban a cantar con voz fuerte canciones y baladas
que habían sido compuestas por sus antepasados”.
Entre sus diversos ritos los Incas invocaban a la Pachamama para hacer
crecer las plantas, para que den frutos, para multiplicar el ganado, detener
las heladas, las plagas y para dar suerte en la caza; y lo hacían a través de
sacrificios y ofrendas, entre esas colocar dentro de un pozo una vasija de
barro con chicha, coca, yicta y alcohol.
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